por Adelaida Valcarce
Basada en el libro Memorias del Calabozo de Mauricio Rosencof y Eleuterio González, La noche de 12 años sigue la peripecia vital de 3 de los 9 presos políticos (incluido José Mújica, quien en 2010 llegó a la presidencia del país) que fueron tomados como rehenes por la dictadura militar en Uruguay y encerrados de manera inhumana durante 12 años: aislados individualmente, sin contacto alguno con el exterior, a veces a oscuras, sin baño y sin poder hablar durante la larga década que duró su confinamiento. Fue una noche de otoño de 1973 cuando los presos Tupamaros son extraídos de sus celdas en una operación militar secreta. La orden está clara: «como no pudimos matarles, vamos a intentar volverles locos». Encerrados en diminutas celdas y sin contacto con el exterior más que cuando reciben la esporádica visita de algún familiar o cuando algún inspector de la Cruz Roja se presenta (el film pone en entredicho el supuesto control sobre la vulneración de derechos humanos que ejercen determinados organismos internacionales – durante la 2ª G. M., la Cruz Roja también visitó los campos de concentración, sin llegar a percatarse de lo que estaba ocurriendo), estos prisioneros selectos fueron brutalmente torturados en lo físico y en lo psicológico, resistiendo aún así al hambre, a la degradación, a la incomunicación y a la locura, hasta alcanzar la libertad en 1985.