El ejercicio de valorar un documental que trate sobre el Holocausto debe de estar fuera de toda consideración estética o formal ya que su verdadera importancia siempre debe radicar en “lo necesario” de narrar ciertos acontecimientos. Y en este sentido, Descubriendo a Anna Frank: Historias paralelas, es un documental que sin recurrir a innecesarias innovaciones, sin caer en la frivolidad de violentas imágenes de archivo, y en un ejercicio de respeto hacia la autora, hacia su legado y hacia las historias de las mujeres que prestan sus testimonios a lo largo de la película, adquiere todo su significado tendiendo puentes hacia nuestro presente, invitándonos a reflexionar en como resuena en la sociedad actual las vivencias de una generación que se vio obligada a convivir con el horror.