A duro la preferente.
Hoy día, que hasta mi hámster tiene su propia página web, parece que eso de internet haya existido siempre, pero hubo un tiempo, y no muy lejano, que eso de que dos ordenadores se conectaran e intercambiaran información, parecía cosa de otro mundo. Grandes empresas tenían sus archivos en internet y les preocupaba la inviolabilidad de los mismos. Así surgieron las primeras empresas de seguridad electrónica y, basándose en esa idea, llegó una cinta muy entretenida: Sneakers, Los fisgones.
Martin Bishop (Robert Redford) tiene una modesta empresa en la que se dedica a intentar robar bancos por encargo de los mismos, para comprobar si las instalaciones de seguridad son realmente buenas o no. Mientras todos sus hombres han sido detenidos por ejercer sus “habilidades”, él parece no tener pasado alguno, hasta que un día recibe un encargo de la Agencia de Seguridad Nacional para robar una caja capaz de decodificar todos los códigos de acceso de todas las empresas, públicas o privadas. Si no lo hace, le pondrán al descubierto y le detendrán.