Además, Sombra es un drama a la vez violento y delicado en el que no menudea la sangre, con un fuerte simbolismo del Yin y el Yang, y con una poesía innegable en unas imágenes que, sin llegar al blanco y negro, juegan con una amplia gama de grises y de colores fríos, punteados por la insistente lluvia que no deja de caer en todo el film. Mención especial merece la doble actuación de Deng Chao, interpretando al comandante y a su doble, y la protagonista femenina Sun Li que no deja de sorprender dramáticamente a pesar de su aspecto frágil. El resultado es de una belleza abrumadora, con unas secuencias cargadas de lirismo cuyas imágenes, a nivel de luz, juegan con el propio significado del título, al coquetear con un patrón similar de obscuridad, enriqueciéndolo con una profundidad sonora que estremece. De originalidad particular resultan la batalla sobre el tablero del Yin y el Yang y la entrada del ejército en la ciudad invadida. Definitivamente, Yimou vuelve a la mejor tradición cinematográfica y filma, en estado de gracia y con pulso firme, un argumento universal que no deja de sorprender por conocido. y que nos retrotrae a la emoción que suscitaban sus virtuosas obras maestras como Hero o La Casa de las Dagas Voladoras