La animación en volumen, marca de la casa de Laika, se ha revelado perfecta para esta trama sobre el eslabón perdido. La propuesta era hacer todo aquello que aparecería en una película de acción real, pero en miniatura. Ahí están los escenarios exóticos, las criaturas entre la realidad y los sueños, y esa fotografía que recuerda a las clásicas del National Geographic, de hecho, se visionaron decenas de volúmenes recopilatorios de la revista, sobre todo de la época reflejada en el film. Lo que se nota en un diseño de producción que recrea una época victoriana colorida, pero muy estilizada, con gran inspiración en los estampados de aquellos años, con dibujos intrincados y muy originales.