MALOS TIEMPOS EN EL ROYALE

por Adelaida Valcarce

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Malos tiempos en el Royale -Afiche
La primera película de Drew Goddard, La cabaña en el bosque (2011), se convirtió rápidamente en una película de culto gracias a un argumento que daba un revolcón a los clichés del género de terror. Tras firmar el guion de Marte, una de las producciones más exitosas del 2015, el realizador ya se ha podido permitir un largometraje con un elenco de primerísimas figuras y el respaldo de un gran estudio. Malos tiempos en el Royale es un film de originalísimo planteamiento, a pesar de que su contexto nos resulta un tanto manido: estamos en los años 60 y el Hotel El Royale, enclavado entre los estados de Nevada y California, es el punto de encuentro de un grupo de desconocidos.

Todos son a priori muy diferentes, pero cada uno esconde un secreto, además de compartir un mismo objetivo -conforme avanza la noche, los acontecimientos se van precipitando, hasta llegar a una catarsis final no exenta de sorpresas…- Dispositivos argumentales similares los hemos visto en Tarantino y Los odiosos ocho, o en Agatha Christie con 10 negritos, por citar solo un par de ejemplos, pero el film vira en su manera de acercarse al relato cuando, después de presentarnos a cada uno de los huéspedes en capítulos separados -representados cada uno de ellos por su correspondiente número de habitación-, nos acerca a los acontecimientos desde distintos de vista, lo que nos ofrece perspectivas muy reveladoras, llegando a ver algunas secuencias hasta desde 4 ópticas, lo que convierte a la película en una especie de muñeca rusa con múltiples subtramas.

Tras La cabaña en el bosque, podemos decir también que Goddard realiza de nuevo un estimulante experimento con los géneros, ahora con los códigos del relato del cine noir, así Malos tiempos en El Royale se revela como un puzzle criminal elegante, con distintos tempos y desde diferentes puntos de vista. Aunque el excesivo metraje lo cual hace que en ocasiones se pierda un poco el ritmo de lo narrado, el cineasta de Nuevo México mantiene nuestra atención con un eficaz manejo del suspense y con una puesta en escena brillante desde la primera secuencia. El cineasta juega con la intriga a su antojo y lo hace introduciendo algunos de los grandes temas del cine norteamericano anterior a los 70, como la guerra de Vietnam, las sectas, el FBI, el racismo, el consumo de drogas, los chantajes y la corrupción. La película contiene además cuidados diálogos y un inspirado sentido del humor, al que da pie el estupendo reparto, con especial mención para Cynthia Erivo (Viudas), aunque también hay que destacar al gran Jeff Bridges, quien borda su papel de pastor de almas, y a Jon Hamm (Mad Men), quien vuelve aquí a encarnar el rol de hombre medio americano de aquellos oscuros sixties. La foto, a ratos deslumbrante y a ratos sombría, y la selección de temas musicales contribuyen a darle al conjunto ese twist de melancolía. Entonces, ¿nos vemos en el hotel El Royale?
Malos tiempos en el Royale - Película de la semana
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