por Adelaida Valcarce
Todos son a priori muy diferentes, pero cada uno esconde un secreto, además de compartir un mismo objetivo -conforme avanza la noche, los acontecimientos se van precipitando, hasta llegar a una catarsis final no exenta de sorpresas…- Dispositivos argumentales similares los hemos visto en Tarantino y Los odiosos ocho, o en Agatha Christie con 10 negritos, por citar solo un par de ejemplos, pero el film vira en su manera de acercarse al relato cuando, después de presentarnos a cada uno de los huéspedes en capítulos separados -representados cada uno de ellos por su correspondiente número de habitación-, nos acerca a los acontecimientos desde distintos de vista, lo que nos ofrece perspectivas muy reveladoras, llegando a ver algunas secuencias hasta desde 4 ópticas, lo que convierte a la película en una especie de muñeca rusa con múltiples subtramas.