LA GAVIOTA

por Adelaida Valcarce

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La Gaviota Afiche
Para amantes de las obras centrales de la literatura y de las buenas adaptaciones cinematográficas de las mismas, llega a las pantallas La gaviota (en ruso, Chayka) basada en una pieza teatral en cuatro actos de Antón Chéjov escrita en 1896; es la primera de las que son generalmente consideradas las cuatro obras maestras del dramaturgo y escritor ruso. Narra los conflictos románticos y artísticos entre un grupo de personas que se reúnen en una casa de campo para descansar: está Irina Nikolaievna Arkádina, actriz soberbia, tacaña y orgullosa (Anette Bening); Boris Trigorin, escritor famoso y pareja de Irina (Corey Stoll); Konstantin Treplyov, hijo de Irina, aspirante a escritor, quien siempre ha luchado por la aprobación de su madre (Billy Howle) y Nina Zarechnaya, hija de un terrateniente de la zona, enamorada de Konstantin y aspirante a actriz, que está dispuesta a dejarlo todo por cumplir su sueño a pesar de su escaso talento (Saoirse Ronan)

Como el resto de los dramas de Chéjov, La gaviota depende de un bien formado elenco de diferentes y bien desarrollados personajes. Por eso es importantísima la aportación  de los actores y en esta adaptación lo que sobra son buenas interpretaciones, destacando el trabajo de Bening y Ronan, que dan a sus papeles un sentido lírico muy bien trabajado.

En oposición a muchos melodramas teatrales del siglo XIX, las escabrosas acciones (como el intento de suicidio de Tréplev) suceden tras bastidores. Los personajes tienden a hablar en circunloquios alrededor de un tema, en lugar de discutirlo expresamente, un concepto conocido en literatura como «subtexto«. Es más importante lo que se intuye sin decirse que lo que realmente se verbaliza y eso ha sido perfectamente reflejado en el lenguaje fílmico. Y no es fácil. 

Análisis de la película La Gaviota
Todo el mérito es atribuible a la estupenda dirección de Michael Mayer (Alata, Una casa en el fin del mundo) y a la adaptación del guion de Stephen Karam, que sabe destacar del texto clásico aquello que lo ha hecho inmortal: la universalidad de los temas, como el deseo, la fragilidad de la naturaleza humana,  la compleja estructura familiar (incluso la que parece más  simple) y la atmósfera un tanto laberíntica que va acotanto la capacidad de acción de los personajes. Para terminar, sólo un apunte más,  la piedra angular del argumento la resume Trigorin cuando le comenta a Nina: «Se me ha ocurrido un tema para un relato breve: A la orilla de un lago vive desde la infancia una jovencita, como usted; quiere el lago, como una gaviota, es feliz y libre como una gaviota. Pero llega, casualmente, un hombre, la ve y, por no tener qué hacer, la sacrifica…». Pura y genial literatura con mayúsculas.
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La película es una inmersión perfecta en la atmósfera de Chéjov y por lo tanto muy recomendable. Es ágil y divertida, y dulce y amarga a la vez, como la vida misma en definitiva.

Calificación de la película

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