El conflicto que acosa a Natasha, uno que no podría ser de mayor actualidad, es el hecho de que su familia, después de muchos años viviendo y trabajando en EEUU, va a ser deportada de vuelta a Jamaica. Con un elenco protagonista de raíces iraníes (Shahidi) y coreanas (Melton), el film parecía inconcebible comercialmente, especialmente siendo un producto dirigido a un sector del público tan grande e importante para las productoras como lo son los jóvenes. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y seguro que el éxito taquillero de Crazy Rich Asian (Jon M. Chu; 2018) ayudó a allanar el camino, como también lo hace el contar con dos jóvenes talentos de la televisión como lo son Shahidi (Black-ish y su spin-off Grown-ish) o Melton (Riverdale), quienes están fantásticos en la cinta, a pesar de la falta de verosimilitud que padece el guion de Tracy Oliver.