EL REINO

por Adelaida Valcarce

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El Reino - Estreno 29 de Septiembre

Érase una vez el heredero de un reino junto al mar, que a punto de llegar al poder,  caerá e intentará  no hacerlo solo. El Reino es la crónica política de este país en los últimos treinta años. Hoy reconocemos esa comunidad mediterránea bañada por las olas, pero han sido y serán otras de distinto signo, de ahí la rotunda actualidad de la temática. Existieron otros films, como B, la película (David Ilundáin, 2015) o El hombre de las mil caras  (Alberto Rodríguez, 2016)  muy notables en su acercamiento a la corrupción pero ninguna tan quirúrgica y perfecta como ésta. El relato de las corruptelas, entendido como problema del sistema político, empresarial y electoral en España, ha tardado en calar entre la gente y entre los propios políticos. Por fin llega al cine.

Es por eso que la noche del pasado sábado había expectación en el Festival de San Sebastián por la puesta de largo del film y este no defraudó. Llegó, fue vista y no sólo venció al público sino que además convenció con este retrato a ritmo de música electrónica de la más deshonrosa historia española de las últimas décadas. Ahora llega a las salas comerciales y no dejará  a nadie indiferente.

Sorogoyen es uno de los pocos directores españoles que podía filmar esta cinta con solvencia. Para muestra están las muy notables Stokholm (2013) y Que Dios nos perdone (2016). Y es un acierto mostrar la temática a modo de thriller impidiendo que el espectador pueda apartar los ojos de la pantalla. El uso de los planos secuencia siguiendo al protagonista en su carrera frenética intentando practicar el “tira-mantismo” es sencillamente magistral. A ello contribuye la música acelerada, alta, envolviendo las frenéticas escenas y llegando a convertirse en un personaje más.
Festival de San Sebastián: El reino

Decir que Antonio de la Torre (La isla minima, Tarde para la ira) está sobresaliente parece que es no decir nada nuevo, porque su calidad actoral está fuera de toda duda,  pero no por ello no se debe resaltar: su recreación no sólo humaniza al personaje, si no que logra que el espectador vislumbre sus razones empatizando y a la vez rechazando sus actos. Y qué decir de Luis Zahera (Celda 211) sino que está ante su mejor actuación, metiéndose al espectador en el bolsillo con su papel del empresario patanesco y hortera. Pero es que parece que Sorogoyen y Isabel Peña, coescritora del guion,  se hubieran inspirado en cualquier mangante de cuello blanco de los muchos que salen desde hace años en los telediarios.  Porque la trama es la de esa España picaresca llena de personajillos que se creen alguien y con derecho a mangar a manos llenas. En una secuencia, además, se llega a interpelar a la ética del espectador con una acción muy significativa: un cliente recibe mal las vueltas y en lugar de avisar del error, se las queda. España en estado puro. El film no pretende ser moralizante pero encuentra cierta redención  en el papel social de la prensa como equilibrador y taquígrafo, en la mayor parte de las ocasiones, entre este mundillo corrupto y el sufrido ciudadano; de hecho se usó una redacción real, la del periódico El Mundo, para dar veracidad a esa parte de la película.

Véase El Reino como un thriller o como una crónica de la actualidad,  estamos ante uno de los films que este año será recordado entre lo mejor producido en nuestro país.

Calificación de la película

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