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UN ESPLÉNDIDO AÑO PARA LA TELEFICCIÓN ESPAÑOLA (10 + 2 SERIES)

Por Nerea Sanz y Julio Vallejo

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El 2020 cambió nuestros hábitos de relacionarnos con el ocio y la cultura, incluso entre nosotros mismos, para siempre. La fatídica llegada de la pandemia provocada por el COVID-19 nos mantuvo más de tres meses encerrados en nuestros hogares, concediéndonos una excelente oportunidad para ponernos al día con todas las series, películas y novelas que teníamos en nuestra “lista de seguimiento”.

El consumo de contenidos audiovisuales bajo demanda batió todos los récords y muchos hemos quedado hechizados por la calidad de las ficciones pergeñadas en nuestro país, a la altura de las más insignes producciones cinematográficas. Un detalle a tener en cuenta en este cambio radical es el hecho de que los nombres de los creadores de nuestras series ya no pasen desapercibidos. Y es que, como ocurre con las series británicas y americanas, la política de los autores (con los creadores y guionistas a la cabeza, en este caso) ha irrumpido en la industria televisiva patria, produciéndose un trasvase de talentos, además, del cine a la televisión, con nombres como los de Álex De la Iglesia, Rodrigo Sorogoyen o Mariano Barroso entregados al nuevo formato.

En el año que nos dejó diezmados como especie humana, la oferta televisiva fue vasta, con títulos destacados muy diferentes entre sí. La televisión a la carta se ha convertido en nuestra nueva ventana al mundo, y cada uno hemos decidido en qué universo adentrarnos. Las que reseñamos a continuación son las que consideramos nuestras series favoritas, aunque no están todas las que son…

1.- PATRIA, de Aitor Gabilondo (HBO)

Había cierta prevención ante la adaptación a la pequeña pantalla de Patria, el bestseller de Fernando Aramburu que nos contaba cómo la amistad entre dos familias del País Vasco se rompía cuando el progenitor de una de ellas fallecía en un atentado terrorista de ETA en el que  estaba implicado uno de los hijos del otro clan. Un cartel publicitario, donde se equiparaba de manera burda el asesinato con las torturas policiales, hizo saltar las alarmas.

No obstante, después de ver el resultado, se puede decir que la miniserie creada y adaptada para la televisión por Aitor Gabilondo es una fiel versión del exitoso libro. Como ocurriera en la novela, la relación de los dos matrimonios se convierte en el punto fuerte del relato. Gran parte del mérito recae en las portentosas interpretaciones de Elena Irureta, que interpreta con aplomo a la viuda, y Ane Gabaraín, en el papel de la orgullosa madre del hijo etarra, así como los actores que encarnan a sus maridos, José Ramón Laroiz y Mikel Laskurain. Ellos representan de manera perfecta la división de la sociedad vasca entre aquellos que apoyaban el terrorismo y los que lo rechazaban.

2.- ANTIDISTURBIOS, de Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña (Movistar+)

Con el propósito de cavar profundo en las cloacas del sistema, Antidisturbios nos inyecta una buena dosis de refrescante y necesaria realidad a los que estábamos cansados de ver series de policías ejemplares arreglando el mundo. Lo interesante de ella es su facilidad para ir un paso más allá en la tarea de mostrarnos a los antidisturbios como seres chulos y agresivos que parecen cumplir todos los tópicos que se relacionan con este perfil de unidades policiales.
La brillante construcción de los personajes, que logra que lleguemos a empatizar con sujetos con los que parecía imposible hacerlo; la puesta en escena y los recursos de montaje, que afianzan las intenciones del relato, son piezas imprescindibles del puzzle que compone la radiografía de un sistema putrefacto. Además, el sello de autor de Sorogoyen, quien debuta en la ficción televisiva con esta serie, queda patente en esos larguísimos planos secuencia, los cortes bruscos, la filmación cámara al hombro y los primerísimos primeros planos.

3.- LOS FAVORITOS DE MIDAS, de Mateo Gil y Miguel Barros (Netflix)

Víctor Genovés (Luis Tosar) es un director de un medio de comunicación caracterizado por su fuerte compromiso con la verdad. que se ve extorsionado por una organización que firma sus cartas con el pseudónimo de “Los favoritos de Midas”. El chantaje es claro: o paga 50 millones de euros, o cada cinco días morirá una persona inocente aleatoriamente. Así empieza un alegato sobre la moralidad, la tranquilidad de conciencia y la idea de lo correcto.
Esta premisa, basada en el relato escrito por Jack London en 1901, ha sido genialmente adaptada a tiempos modernos de la mano de Mateo Gil y Miguel Barros. Con un potente discurso político como subtexto, un escenario potencialmente interesante y las excelentes interpretaciones de Luis Tosar, Willy Toledo y Marta Belmonte, esta producción de Netflix no podía faltar en la lista de las mejores de 2020.

4.- 30 MONEDAS, de Álex de la Iglesia (HBO)

El autor de La comunidad regresa a la televisión doce años después de la comedia espacial Pluton BRB Nero con 30 monedas, una serie que refuerza sus rasgos de estilo como cineasta y se convierte en casi una secuela espiritual de la ya lejana El día de la bestia. Una historia coral, repleta de guiños a clásicos del género fantástico y llena de sus particulares excesos dejan constancia de la huella del realizador vasco.

La aparición en un pueblo español de una de las treinta monedas con las que Judas traicionó a Jesucristo es el punto de partida de una producción que mezcla sin complejos exorcismos, grupos religiosos malignos, costumbrismo ibérico en la onda de los míticos Berlanga y Azcona, constantes giros en la trama y homenajes a títulos esenciales delgénero fantástico como Estoy vivo, El exorcista, El príncipe de las tinieblas o Aliens, entre otros.

Con la ayuda en el guion del habitual Jorge Guerricaechevarría, Álex de la Iglesia vuelve a ofrecer una obra irregular donde se dan cita momentos brillantes con otros poco logrados, aunque el viaje, como siempre en la carrera del cineasta vasco, siempre ofrece más elementos positivos que negativos. En esta ocasión destaca el carácter juguetón de la trama, que juega al gato y el ratón con el espectador, y la complicidad de un reparto, encabezado por un  histriónico Eduard Fernández, en el papel de cura que se opondrá a las fuerzas del mal con la ayuda de un alcalde de una pequeña población y de una veterinaria, encarnados por Miguel Ángel Silvestre y Megan Montaner.

5.- DIME QUIEN SOY, de Eduard Cortés y Julia Navarro (Movistar+)

DIME QUIEN SOY
Más que una serie, Dime quien soy es un apasionante viaje por la historia del mundo contemporáneo: con una coreografía espacio-temporal y un ritmo trepidante, acompañamos a su protagonista por los acontecimientos más significativos del siglo XX: la Revolución Rusa, la Guerra Civil Española, el triunfo del régimen nazi…
Si la novela de Julia Navarro es una auténtica maravilla, la serie inspirada en ella no se queda atrás. La autora, reacia a las adaptaciones, accedió a la realización de esta miniserie con la condición de que Amelia Garayoa fuese interpretada por la ganadora del Goya a actriz revelación Irene Escolar. Tras ver la serie es imposible no aplaudir la decisión de la escritora, cuando debido a su empeño una producción eficiente consigue convertirse en mágica gracias a la expresiva e inocente mirada de la actriz; ¿quién mejor para tomar esa decisión que la propia creadora de Amelia Garayoa?

6.- VENENO, de Javier Ambrossi y Javier Calvo (Atresplayer Premium)

Veneno se ha convertido en un fenómeno sociológico, especialmente dentro de la comunidad LGTBI, que va más allá de su valor como obra audiovisual. Quizá es la primera vez que una producción de una televisión generalista española como Antena 3 y su plataforma online Atresplayer aborda con sensibilidad y sin tapujos de ningún tipo la transexualidad.

Los directores y guionistas Javier Ambrossi y Javier Calvo, autores de la serie Paquita Salas y el largometraje La llamada, parten de un personaje controvertido: La Veneno, una prostituta transgénero que se hizo popular por su participación en Esta noche cruzamos el Mississipi, show televisivo nocturno presentado por Pepe Navarro donde hizo gala de su descaro y falta de pelos en la lengua a la hora de hablar de sexo.  El dúo de cineastas, conocido popularmente como Los Javis, nos muestra la dura infancia de la vedette, su transición de hombre a mujer, el éxito televisivo y su debacle.

No obstante, quizás el gran valor de la serie sea que no se limita a realizar un relato de ascensión y caída, sino que utiliza otro personaje como particular complemento de la protagonista. A diferencia de La Veneno, una persona analfabeta y maleducada, Valeria Vegas es una periodista culta que, sin embargo, definió su identidad sexual gracias a la celebrity televisiva y acabó convirtiéndose en su biógrafa.  De este contraste, que podría ejemplificar los dos extremos del colectivo LGTBI, nace el que quizá sea el aspecto más interesante de la serie Veneno y su importancia para la comunidad trans.

7.- EL DESORDEN QUE DEJAS, de Carlos Montero (Netflix)

Las series Física o Química y Élite demostraron la habilidad del guionista y showrunner Carlos Montero para concebir historias adolescentes ambientadas en centros educativos. El desorden que dejas, adaptación de su libro homónimo, vuelve a tener como escenario un instituto, aunque en esta ocasión la trama se abre más al público adulto para abordar la extraña muerte de una profesora de secundaria en un pueblo español.
Desarrollada en dos tiempos, el que se nos muestran paralelamente los últimos días de vida de la docente fallecida y las investigaciones que realiza la que es su sustituta, esta producción de Netflix se apoya en las fórmulas más clásicas del whodunit, que juega al despiste apuntando falsos culpables y acumula giros para despistar al espectador. Sin duda, El desorden que dejas funciona como un adictivo entretenimiento de suspense, apoyado en un excelente acabado técnico y unos estupendos trabajos de las actrices Bárbara Lennie e Inma Cuesta, perfectas como las dos maestras protagonistas.

Sin embargo, al igual que ocurre en muchas series estadounidenses, confía demasiado en la aplicación casi automática de una fórmula mil veces utilizada y sacrifica cierta coherencia interna para sorprender al espectador de manera algo tramposa.

8.- LA LÍNEA INVISIBLE, de Mariano Barroso (Movistar+)

El director Mariano Barroso continúa con su buena racha en la ficción televisiva con La línea invisible. Después del éxito de El día de mañana y Criminal: España, el director barcelonés vuelve a incidir en el thriller con La línea invisible, una miniserie sobre los orígenes de ETA en los años sesenta, haciendo especial hincapié en uno de los primeros líderes de la banda armada: Txabi Etxebarrieta (interpretado por Álex Monner), el hombre al que se le atribuyen los primeros atentados del grupo terrorista durante los últimos años del régimen de Franco, entre ellos el del comisario Melitón Manzanas (interpretado en la ficción con su brillantez habitual por Antonio de la Torre)

Con su habitual elegancia en la puesta puesta en escena y en la dirección de actores, Barroso va más allá del mero producto de acción para intentar comprender a todos los personajes y ver su lado más tierno estén del lado de la banda terrorista o de las fuerzas del orden. Resulta especialmente conmovedor cómo muestra momentos de especial intimidad tanto de las víctimas como de los verdugos, roles que algunos de los protagonistas se intercambian dependiendo de la situación. El director y sus coguionistas, Alejandro Hernández y Michel Gaztambide, evitan en todo momento cualquier discurso tendencioso para ofrecer una dura historia teñida de un conmovedor humanismo.

9.- DRAMA de Dani Amor (Playz)

Con la cotidianidad de un piso de estudiantes como base del relato, cada capítulo de 25 minutos nos acerca a cada una de las hipótesis que la protagonista contempla sobre el momento en el que pudo producirse la fecundación que ha puesto su vida patas arriba. Con un episodio final que eleva a lo más alto todo lo anterior, esta miniserie con un tratamiento webserial, cumple perfectamente con los requisitos para ser una pequeña gran obra.

Drama aborda muchísimos temas, desde las preocupaciones de las jóvenes de hoy en día, hasta el significado de la amistad, el valor de la familia, la importancia de los recuerdos o la idea de que las mujeres tienen que tener siempre mucho más presente el futuro. Por complicado que parezca, Dani Amor y su equipo logran condensar todo esto en los seis episodios que componen este drama con toques de comedia. El padre surrealista de África, interpretado por un divertidísimo Ignatius Farray, aporta un punto jocoso a una serie que sin pretender nada, lo consigue todo.

10.- LA UNIDAD, de Dani de la Torre y Alberto Marini (Movistar+)

El arma secreta de La Unidad es saber que estamos ante una serie que refleja la realidad del cuerpo especializado en lucha antiterrorista de la Policía Nacional Española. Por sorprendente que parezca al ver sus escenas, que poco tienen que envidiar a las mejores superproducciones americanas, una de las unidades de inteligencia más eficaces frente al yihadismo opera en Madrid.

La serie nos muestra una compleja realidad inesperada, y hace un trabajo más valioso que el de trasmitirnos la relevancia de sus misiones: resulta emocionante acompañar a los personajes (interpretados por Nathalie Poza, Michel Noher, Carlos Blanco o Marían Álvarez) en sus misteriosas y ajetreadas vidas completamente condicionadas por un oficio tan sacrificado como desconocido. Verdades a medias, falsas identidades, problemas de pareja, mentiras, imposibilidad de conciliación, sacrificio o falta de compromiso familiar por un exceso de celo profesional, es el precio que deben pagar unos pocos por la seguridad de todos.

Y SI AÚN QUIERES MÁS...

La calidad de estas ficciones televisivas ha dejado fuera de la lista grandes series que han sido todo un éxito posicionándose entre las más vistas mundialmente en los catálogos de sus respectivas plataformas. Entre ellas, el thriller de coproducion española-mexicana Alguien tiene que morir (Netflix) de Manolo Caro, que ha contado con un elenco de prestigiosa categoría, con Carmen Maura, Cecilia Suárez y Ester Expósito a la cabeza. La ficción distópica La Valla (Atresplayer Premium, Netflix) de Daniel Écija, con Ángela Molina también ha sorprendido a los espectadores, sumergiéndonos en un futuro cercano bastante angustioso en el que un virus letal acecha a la población que sobrevive oprimida en una horrible dictadura; una premisa que poco tiene que envidiar a los capítulos más esquizoides de Black Mirror.

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