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por Mario Ballesteros
Antes de la La Última Cena, Judas el Iscariote se dirigió a los sumos sacerdotes y acordó entregar a Jesús de Nazaret a cambio de treinta monedas de plata. Ese fue el precio de la traicionó a Jesucristo, según el Evangelio de San Mateo del Nuevo Testamento. Álex de la Iglesia (El día de la bestia, La Comunidad) toma como punto de partida la metáfora de este relato bíblico para articular su puesta de largo en el gigante del streaming del entretenimiento HBO. 30 monedas es la serie con la que el veterano realizador vizcaíno vuelve a la quintaesencia genérica por la que se hizo grande en los años 90: horror y costumbrismo se dan la mano en este thriller que también es heredero del “fantaterror” ibérico de los años 70.
ESENCIA DE LOVECRAFT, SABOR PASIEGO.
Y es que 30 Monedas nos remite de forma inequívoca a El Día de la Bestia, film en el que el cineasta vasco mezclaba con sabiduría las posesiones infernales y los exorcismos, con el costumbrismo patrio y el humor más negro. Toda esta iconografía se traslada ahora a un pequeño pueblo de la provincia de Segovia que será testigo de numerosos fenómenos sobrenaturales, desapariciones, espíritus y alguna que otra criatura que bien podría haber salido de la pluma de H.P Lovecraft, el autor de novelas de terror de principios del siglo pasado tan admirado por Álex.
DE LA IGLESIA VUELVE A CONTAR CON UN GRAN ELENCO
De la manera en la que ya nos tiene acostumbrado el director en todas sus producciones, 30 Monedas cuenta con un amplio reparto que se encarga de dar vida al conjunto de los habitantes del enclave segoviano en el que se desarrolla la acción, y en el que aparecen reflejados todos los estamentos sociales que podemos encontrarnos en cualquier población de esta naturaleza. Desde el dueño del bar del pueblo, pasando por el alcalde hasta el párroco de la Iglesia, con mención especial a la interpretación de Eduard Fernandez (El Método, Mientras dure la guerra) y su cura exorcista y boxeador. Una gran reparto protagonista, con Miguel Ángel Silvestre, Macarena Gómez, Megan Montaner o Manolo Solo, y con una galería de rostros secundarios que nos resultarán prontamente familiares al haber participado en muchas de las otras películas del realizador. Un gran reclamo para la serie, sin lugar a dudas, pero que en su conjunto puede resultar de cierta homogeneidad interpretativa.
30 MONEDAS ARRANCA CON PODERÍO
Aunque 30 monedas peca, narrativamente hablando, de altibajos y arritmias con respecto al interés dramático y al tono estilístico en algunas secuencias, lo cierto es que se agradece el hecho de que Alex haya vuelto a las raíces de su cine de terror ibérico. Esta es la mejor noticia para los que somos seguidores de su cine más puro, un poco alicaído tras sus últimas películas. El arranque de la serie resulta tan prometedor como el de otros grandes estrenos del cine español (léase Antidisturbios o Patria), y que nos invita a pensar que la ficción televisiva española está ya prácticamente instalada en los parámetros de calidad que muchos la augurábamos desde hace tiempo.