Interpretada, a lo largo de las etapas de su peripecia argumental, por una prodigiosa
Isla Jonhston y por una elocuente
Anya Taylor-Joy, Beth es una huérfana que encuentra su refugio particular en un tablero de ajedrez, cuando en el orfanato de Kentuky en el que reside, el conserje le muestra las maravillas de esta disciplina lúdica y deportiva.
El primer episodio de Gambito de dama nos traslada a la infancia de la protagonista, donde reconocemos a una niña que nos recuerda sutilmente a personajes míticos como la Eleven de Stranger Things o como la Matilda de Roald Dahl. En este primero de sus hogares conocerá a dos de las personas más importantes de su vida: el ya mencionado señor Shaibel (el conserje) con quien tendrá una relación tan fría como intensa, y Jolene, una huérfana racializada que enseñará a Beth a adaptarse al día a día del orfanato, y que aportará al relato una necesaria dosis de crítica social.