Haz un repaso rápido a tus discos favoritos. ¿Los tienes? Ahora revisa si en alguno de ellos canta una mujer. Ahora haz el mismo proceso con tus películas y series favoritas y piensa si la actriz protagonista es el centro de la narración. Es muy probable que tengas ante ti una serie de nombres femeninos que no tienen nada que ver unos con otros, pero sí, tienen una conexión. Incluso los nombres más recientes, incluso aquellas mujeres alejadas del mundo de la música, tienen mucho que agradecer a Janis Joplin, la madre del blues y en gran parte la madre de la figura de la mujer actual.
Estamos de enhorabuena ya que el 4 de marzo se estrena en España Janis (Janis: Little Girl Blue, USA, 2015), documental que confirma que existe una nueva edad dorada de la música en el cine, o viceversa, más teniendo en cuenta que hace escasos días Amy de Asif Kapadia ganó el Oscar a mejor documental.
El film que aquí nos ocupa es el encargado de poner en el lugar que corresponde la vida y leyenda de Janis Joplin. Ella es de esos pequeños milagros que ofreció muchísimo en muy poco tiempo, pero que por encima de todo, fue una de las artífices de que se comenzara a igualar la figura de la mujer a la del hombre en el siempre masculinizado mundo de la música.
El documental dirigido por Amy Berg, también responsable de los excelentes Líbranos del mal (USA, 2006) y West of Memphis (USA, 2012), va directo al eterno conflicto que persiguió la vida de Janis, ya que pese a su música ella fue una mujer que sufrió muchísimo. Su infancia en Port Arthur, uno de esos pueblos de Texas en el que ten por seguro que no te gustaría crecer, fue de todo menos sencilla.
Janis Lyn Joplin nació un 19 de enero de 1943, en mitad de la II Guerra Mundial, por lo que la pequeña Janis vivió con conciencia propia todos los movimientos de cambio que experimentaba EEUU en la década de los 50 y lo que es más importante, las primeras revueltas y manifestaciones por la igualdad racial.
Las declaraciones de los hermanos y las personas más cercanas a Janis Joplin son fundamentales para entender a la persona que se escondía detrás de esa eterna sonrisa, mientras que las cartas que la propia Janis mandaba a sus padres desde el día que cogió carretera y manta y supo que lo suyo era dedicarse a la música nos llegan a través de la voz de Cat Power, otra de sus discípulas, y sirven de hilo conductor para conocer el transcurrir de la vida adulta de Janis. Es decir, Amy Berg ensalza a Janis Joplin mediante el conocimiento de la vida de la cantante y sus circunstancias y no como ocurre en otros casos, en los que se narra la vida de un músico o artista que a su vez tenía una vida privada y esta quedaba en segundo plano.
Janis es un documental que permite desentrañar el cómo una pequeña veinteañera del oeste norteamericano cambió todo su entorno, creó su propio lenguaje y transformó a los que la rodeaban gracias al amor que emanaba de su música. Así que no esperen encontrar aquí una gran contextualización histórica sobre el verano del amor, las repercusiones que tuvo en la industria de la música el festival de Woodstock o la relación entre Leonard Cohen y Janis Joplin.
La grandeza de Janis es que gracias a sus imágenes podemos descubrir a la mujer que había detrás de la cantante y con ello entender porque todas y cada una de sus canciones poseen la fórmula exacta de amor y sensualidad que hacen de su música un canto imperecedero a la libertad.