CLASE VALIENTE, EL PODER DE LAS PALABRAS- por Eduardo Naudín Escuder

MANIPULADOR DE PROFESIÓN

El gran maestro de la manipulación política, Edward Bernays, decía que la voz del pueblo se expresa a través del subconsciente colectivo, y que esa psique de los públicos es perfectamente moldeable por los líderes de los grupos en los que el pueblo cree. El documental-experimento Clase Valiente nos explica cómo se hace en la Cataluña contemporánea.

El Dr. Bernays fue sobrino de Freud, y combinó las enseñanzas de éste sobre los miedos y deseos que habitan en su subconsciente individual con las teorías del psicólogo social francés Gustave Le Bon para crear técnicas de persuasión que apelaban a las emociones del imaginario colectivo, en contraposición de una participación honesta de los públicos en el debate racional e intelectual. 

Esta ópera prima de Víctor Alonso Bermel habla de la imperante necesidad de la política actual de articularse en la lógica de la comunicación moderna para reorientar el devenir de la opinión pública y así ganar la batalla ideológica. 

En esa pugna por la conquista del sentido común, por la imposición de un relato, Bermel expone algo fundamental: hay que alterar los significados de los significantes preexistentes; es decir, reinventar el concepto de, por ejemplo, democracia, soberanía, pueblo/nación con el fin construir la identidad colectiva de un «nosotros», frente al «ellos» que constituyen unas élites extractivas. Esto es de Laclau, que reconoce que el sujeto político que es capaz de construir un nuevo campo semántico sobre grandes significantes es el que va a determinar las normas del juego y, por tanto, la mitad de la partida ya la tiene ganada. 

En Clase Valiente, tres fanboys de Laclau tratan de poner en circulación el concepto #clasevaliente en la esfera pública catalana sin otra intención que la de reducir el debate preelectoral a una idea cuya transversalidad favorece a los partidos de izquierdas. Y les sale relativamente bien desde el momento en que algunos políticos y tertulianos mass media se hacen eco del término.

La infiltración en el discurso político de la categoría #clasevaliente, por tanto, pretende crear una relación hegemónica que provoque que incluso quienes no sintonizan con el hashtag, se vean obligados a pensar y debatir usando una expresión deliberadamente ambigua que pretende aglutinar al mayor número de gente posible. 

A diferencia del marketing político actual, el documental no brilla por su envoltorio, que no deja de ser correcto, sino más bien por el desarrollo de su contenido y la lucidez que destilan las referencias que maneja. El marco teórico de este interesantísimo experimento lo componen representantes de los principales Think Tanks de nuestro país, los creadores del storytellingde Zapatero y Aznar; teóricos sociales y lingüistas de moda como Owen Jones o George Lakoff;  Errejón, Luis Alegre, Iñaki Gabilondo… Gente que da gusto escuchar. 

Clase Valiente emerge como una higiénica pieza audiovisual que revela el carácter trascendental de las palabras en la guerra de posiciones políticas y, lo que es más relevante, invita al espectador a replantearse las motivaciones que le mueven a elegir a los gestores de su existencia durante los próximos cuatro años. Ve a verlo, aprenderás un montón. 

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