A cientos de metros de altura, el insólito albañil Tadeo Jones es objeto de mofa por parte de sus compañeros cuando asegura que conoce a la famosa arqueóloga Sara Lavrof, que ahora presenta su último gran hallazgo, el papiro que contiene cifrado el secreto del Rey Midas, el del origen de su poder legendario de convertir en oro todo lo que tocaba, por medio de su collar. Invitado por Sara, Tadeo viaja hasta Las Vegas para asistir a la demostración y, de paso, sincerarse a su amor platónico. Pero justo antes de poder hacerlo, un grupo de ladrones irrumpen en la sala y se llevan el pergamino y a Sara, que sólo tiene tiempo de lanzar su cuaderno de trabajo a Tadeo con las averiguaciones sobre el paradero de las piezas que conforman el collar. Acompañado por su estrafalaria y sobrenatural amiga Momia, por la ayudante de Sara, Tiffany, su fiel perro Jeff y el socarrón loro de la arqueóloga, Belzoni, Tadeo iniciará la búsqueda del collar, única pista de que dispone para recuperar a su amada. Una travesía que le llevará desde Chicago a Granada y a la Capadocia turca sorteando enigmas y peligros inimaginables.
TADEO JONES 2: EL SECRETO DEL REY MIDAS- por José Antonio Gª Juárez
Cedida a Minicritic.es por Cine para Leer
Secuela del exitoso primo-hermano de animación de Indiana Jones creado por el vallisoletano Enrique Gato en 2007. Segundo largometraje, cuarto título de un personaje que ya empieza a dar muestras de agotamiento más por una cierta dejadez o acomodo en la línea argumental y algunos aspectos técnicos que por las posibilidades de desarrollo que tiene. No vamos a buscarle tres pies al gato y hablar de las incoherencias históricas y artísticas de la cinta o de las kilométricas licencias que se permite el guión, porque es lo de menos. Y aunque la premisa de la cinta resulta bastante pobre, los guionistas han sabido encontrar momentos propicios para deleitar con ocurrentes diálogos que hacen más llevadero el visionado. En el aspecto técnico, los cinco años de trabajo de Enrique Gato y su equipo se aprecian en el eléctrico dinamismo del que dota a muchas de sus secuencias, destacando entre ellas la fantástica persecución por las calles de Granada y su Albaicín, de lo mejor de la cinta. Aunque entre tanto intento de perfección de diseño también se perciben sin dificultad, y esto es censurable, porque no depende tanto del presupuesto como del tiempo dedicado, algunos defectos en el movimiento de los personajes que nos recuerdan su naturaleza digital, especialmente en muchos de los planos generales, poco trabajados y en definitiva con una “puesta en escena” que a veces no hace justicia al buen diseño de los protagonistas y de la planificación.
Un producto con su mirada puesta inequívocamente en un público internacional, de ahí su naturaleza adaptable y comedida, que cumple perfectamente con su papel de entretener a un amplio espectro de públicos y edades, pero que carece de mayores aspiraciones y corre el riesgo de caer en ciertos vicios y continuar un proceso de degeneración que lo autodestruya. Hecho lo más complicado, y teniendo un enorme mérito -parece casi milagroso que se produzca una película de estas características en nuestro país-, es una lástima que la falta de una atención mayor a ciertos aspectos reseñados la alejen de otros productos a los que trata de igualarse. Eso sí, el personaje ha logrado la entidad necesaria para asegurarse la atención incondicional del público infantil aunque sea explotando una y otra vez los mismos recursos. No será el aspecto comercial lo que haya de preocupar.