Paul Thomas Anderson compite en varias categorías a los Oscar con su nueva obra, El hilo invisible, segunda ocasión en la que colabora con el británico Daniel Day–Lewis, en la que podría ser su última interpretación tras anunciar repentinamente su retiro.
El hilo invisibleestá ambientada en el Londres de los años 50 donde Reynolds Woodcock es un famoso modista encargado de vestir a la nobleza y aristocracia europea. Su vida da un giro cuando entabla una relación sentimental con Alma, una camarera que no estará dispuesta a acatar todas las normas bajo las que él rige su casa de moda.
Thomas Anderson toma el mundo de la alta moda, lo que muchos considerarían a priori un mundo superfluo, para contar una historia íntima sobre las obsesiones y la creatividad. Profundizando en las atormentadas vidas de las mentes más brillantes del mundo del arte, así como en el compromiso que tienen hacia su oficio. Como era de esperar Daniel Day–Lewis vuelve a hacerse con el foco de atención, convirtiéndose en el modista y creando un personaje multidimensional. Maravillosamente acompañado por Vicky Krieps quien interpreta a Alma y por Lesley Manville quien da vida a la igualmente perfeccionista hermana de Woodcock, lo que le ha valido una nominación al Oscar en la categoría de Mejor actriz de reparto.
El morbo viene en cierta parte servido con el anuncio de las intenciones de Day–Lewis de retirarse del oficio de actor. De hacerse con la estatuilla igualaría a Katherine Hepburn como los únicos en tener cuatro premios de la academia, todos en la categoría de actor principal. Su segundo Oscar a Mejor actor llegó tras su última colaboración con Thomas Anderson en Pozos de ambición, cineasta que por su parte espera hacerse con su primera estatuilla tras haber ganado premios en Cannes, Venecia y Berlín.
En esta ocasión el director de Punch-Drunn Love trabaja una puesta en escena centrada en los primeros planos, con encuadres cerrados y cuidando el off. Logrando un efecto fantasmagórico que se adecua al título original de la película Phantom Thread (Hilo fantasma). Y destacando también con su labor en la iluminación de la película, para lo cual no contó con un director de fotografía al uso, puesto que su habitual colaborador, Robert Elswit, se encontraba trabajando en el Suburbicon de Clooney.