Visionando Con amor, Simón, acuden a nuestra memoria películas como Las Ventajas de ser un Marginado, de Stephen Chbosky, en la que también se presentaba a un grupo de inadaptados, con un protagonista contando la historia de manera epistolar, si bien en aquella el tono era algo más crudo y realista. En el film de Greg Berlanti, la presencia de nombres tan relevantes como el de Katherine Langford, que saltó a la fama con la serie de Netflix Por Trece Razones, o de su compañero de reparto en la serie, Miles Heizer, sirven de reclamo para los más jóvenes. De lo que no cabe duda es de que esta es una película inspiradora para aquellos adolescentes que no sepan cómo afrontar su condición sexual, y que también ayuda a comprender los problemas de las personas que te rodean, a tenerlos en cuenta y a empatizar con sus sentimientos -a pesar de que no formes parte de esa comunidad LGBTQ-, y así poder actuar en consecuencia. Con amor, Simón tiene en definitiva un inmenso potencial para repercutir en las audiencias teenagers y constituye todo un ejemplo de cine popular representativo e inclusivo.