Ser víctima de un ataque sexual no tiene una sola cara.
That Which Does Not Kill (Lo que no te mata) nos demuestra que las ideas preconcebidas sobre la violación, que suelen atender a la ropa que llevaba la víctima, a su actitud frente al ataque, a su comportamiento antes y después del mismo, no solo son erróneas, si no que son inútiles para intentar comprender algo tan grave, pues cada víctima es distinta y cada quien reacciona de una manera también distinta. A través de los testimonios de cada participante, nos colocamos en el ansia por comprender cómo funciona la mente de la víctima, por qué actúa como lo hace, y asistimos a la particular experiencia de cada uno de ellas, y cómo resulta evidente que, en una sociedad hipersexualizada como la nuestra, nos falta -paradójicamente- tanta educación sexual sobre el consentimiento y la necesidad tanto de expresar nuestras ideas claramente, como de ser escuchados, como de obrar en consecuencia si no lo somos.