Una tripulación de seis integrantes queda atrapada en una instalación submarina que se está inundando a gran velocidad como consecuencia de un sismo devastador. Su única oportunidad para sobrevivir es caminar a través del suelo marino hasta una lejana plataforma petrolífera abandonada. Además de los retos físicos que implica el viaje, descubren rápidamente que están siendo cazados por depredadores marinos míticos y monstruosos, dispuestos a matarlos. Todo ésto sucede en Underwater (William Eubank). Nada nuevo que reseñar, ya que en el espacio, en el fondo del mar, en el interior de la tierra, etc. estas películas siguen el mismo patrón, algo se descontrola, comienza la evacuación y, por ende, los obstáculos que hay que sortear para, al final, enfrentarse al monstruo. No inventa la pólvora pero entretiene y eso es lo que buscamos en ocasiones en las salas.