El suizo Germinal Roaux firma una cinta en un deslumbrante blanco y negro. Se trata de Fortuna, presentada con gran éxito en la pasada Berlinale. La protagonista es una joven promesa del cine mundial, Kidist Siyum, y cuenta la historia de unos refugiados que llegan a las costas italianas, recalando en una comunidad de religiosos que les dan cobijo. Muchas son las dudas morales y éticas que suscita la situación, basculando entre la caridad cristiana y las políticas del mundo actual. El impacto en este grupo de religiosos, alejados de la realidad cotidiana, es como un tsunami. A destacar, los finos caracteres interpretativos que Bruno Ganz da a su personaje en su última actuación antes de morir.